domingo, 17 de septiembre de 2017

Perlitas de “Puro”

En su segunda edición del año, la feria Puro Diseño mostró novedades impactantes en lo que hace a materiales y tecnología. Fue como el preanuncio de una nueva era para el diseño.



Por Yamila Garab para ArquiNoticias

Ayer concluyó la edición de Puro Diseño 2ª Edición 2017, que se llevó a cabo en La Rural. Una de las novedades que personalmente más me llamaron la atención fue corroborar que la impresión 3D pasó de actor de reparto a protagonista. Incluso ganó terreno en un rubro tan poco habitual como el de diseño de indumentaria. Ejemplo de esto fue el proyecto Sinergismo, curado por el Observatorio de Tendencias del INTI, del que se expusieron resultados de un trabajo en conjunto entre diseñadores, científicos, ingenieros y artesanos. 

Textiles artesanales e impresión 3D (Atencio y Schäng-Vitón). 

La diseñadora de indumentaria porteña Julia Schäng-Vitón y la artesana sanjuanina Miriam Atencio, con la colaboración del arquitecto Máximo Sánchez Granel, presentaron el resultado de su participación en el proyecto Sinergismo. Su trabajo consistió en recrear texturas y hechuras artesanales con módulos sintéticos impresos en 3D, en los que se trabajó el cruce de tramas y urdimbres de origen artesanal combinadas con nuevas tecnologías.

Módulos triangulares flexibles en impresión 3D para indumentaria. 

Otro ejemplo del uso del 3D Printing lo dio la empresa de luminarias Doña 3D, que utiliza esta tecnología para fabricar sus lámparas prescindiendo de matricerías. Su colección de lámparas con nombres de mujer: Elena, Victoria, Amelia y otras se destaca por sus texturas, formatos y colores vivos. Para esto, utilizan un polímero biodegradable derivado del ácido láctico, altamente versátil, que se produce a partir de recursos renovables al 100%, como el maíz, la remolacha, el trigo y otros productos ricos en almidón.

Luminarias realizadas con impresión 3D (Doña 3D). 

Lámpara Elenita (Doña 3D)

Por su parte, el equipo que conforman Jorgelina Isoardi, Mónica Weber y Manuel Corro sorprendió con una luminaria para lámparas Led que recuerda al “Tío Cosa”, el personaje de Los Locos Addams. Se llama “Tango” y está hecha con flejes plásticos (polipropileno) de descarte reciclados.

Cuencos de cerámica (Cinnamon) y Luminaria Tango (WIC).


Luminaria Tango, realizada con flejes plásticos de polipropileno (WIC).

En tanto, el emprendimiento Blackñandú mostró su línea de carteras y portafolios que combinan en forma muy elegante materiales de origen natural, como el cuero o textiles, con el aluminio. Sus productos de marroquinería tienen una estructura de ese metal trabajado con aristas sutiles, como el caso de la cartera-sobre Van der Rohe, que remeda a un sobre de papel para enviar cartas. 

Cartera Sobre de cuero y aluminio (Blackñandú)

Uno de sus hallazgos de esta línea de productos es combinar la calidez del cuero con las formas geométricas puras. “Blackñandú es una mezcla de idiomas, un contraste de palabras y de materiales: Black es lo sofisticado y el aluminio, lo elegante y lo internacional. Ñandú: lo rústico, lo noble; el cuero, lo nacional”, sintetiza su creadora, la diseñadora industrial Catalina Guzmán.


Alcancía Cyclebank biofabricado por Silvio Tinello.

Uno de los expositores más destacados fue el chubutense Silvio Tinello, que sorprendió con su propuesta de objetos “biofabricados”. Mantuve una larga charla con él -como se puede apreciar en el video que comparto a continuación-, en la que explica su método de producción de materias primas a partir de sustancias vegetales que “cultiva” él mismo. Se trata de unos bioaglomerados de yerba mate con los que elabora distintos recipientes, alcancías y otros objetos. Estas investigaciones son el fruto de una tesis de maestría en Diseño Sustentable que desarrolló en la Universidad de Filadelfia, Estados Unidos.




En suma, me quedó claro que las nuevas camadas del diseño están dispuestas a romper los cánones productivos vigentes hasta ahora.




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