sábado, 24 de marzo de 2018

Hay algo que flota en Dinamarca

Una isla flotante de madera recorre el puerto de Copenhague y se utiliza para eventos, excursiones de pesca o hacer asados. Planean crear un archipiélago errante.



Por Yamila Garab para ArquiNoticias


Una plataforma flotante diseñada por el arquitecto Marshall Blecher, australiano radicado en Dinamarca, y el estudio Fokstrot, de Copenhague, propone un nuevo tipo de espacio público en el puerto de la capital danesa, o mejor dicho en sus aguas. La bautizaron “Ø1” por la palabra de una sola letra para “isla” en lengua danesa, y está a disposición de todos los que quieran disfrutarla. Hasta ahora varios ya la utilizaron para observar las estrellas, hacer asados, bañarse, pescar y celebrar eventos.



Blecher y Fokstrot lanzaron Ø1 como prototipo de una serie de plataformas de madera que se instalarán a lo largo del puerto en el marco de un proyecto titulado Islas de Copenhague. La plataforma, de 25m2, incluye un árbol de tilo de 6 metros en su centro que fue plantado en forma manual utilizando técnicas tradicionales de artesanía en madera que aún subsisten en los astilleros del puerto Sur de Copenhague.




Construida con el apoyo de la Fundación Danesa de las Artes y Cultura Portuaria 365 (Havnekultur 365), la isla flotante tiene como objetivo dinamizar el área portuaria con espacios públicos de nuevo tipo. De hecho, el plan consiste en crear un archipiélago que incluyan un sauna, jardines, una granja para cultivar mejillones y una plataforma flotante para ser utilizada libremente por navegantes, remeros y nadadores.




"Las islas incluso podrían unirse en las partes más anchas del puerto para eventos con mucha gente y festivales, o moverse para activar zonas costeras subutilizadas", sugieren sus creadores. Con el objetivo de volver a imaginar la relación entre las ciudades y el mar en un momento de veloz crecimiento urbano y el aumento del nivel del mar, Blecher y Fokstrot ya están trabajando en una serie de futuros proyectos en el puerto que incluyen un mercado de pescado y una cabaña flotante.



domingo, 18 de marzo de 2018

Una bici con la letra Pi

La Bicicleta Pi, creada por  el diseñador Martijn Koomen y el artista Tadas Maksimovas, adapta la forma de la letra griega a un rodado apto para los requerimientos del ciclismo urbano.


Por Yamila Garab para ArquiNoticias



El 14 de marzo (14/3), o March 14th en inglés, es la fecha que los matemáticos de todo el mundo conmemoran como el “día Pi”, en alusión a la cifra Pi, equivalente a 3,14, que expresa la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro. Precisamente en esa fecha de este año se presentó en sociedad la Pi Bike, o Bicicleta Pi, cuyo cuadro tiene la forma de la letra griega de ese nombre: π.


Sus autores son el artista londinense Tadas Maksimovas y el diseñador holandés Martijn Koomen, que asumieron el desafío de conseguir la forma deseada (π) en un cuadro de fibra de carbono y que al mismo tiempo la bici fuera apta para un uso normal en la vía pública; es decir, no sólo para exhibirla como una curiosidad.


La idea de Pi Bike surgió de una ilustración denominada “Picycle”, que realizó el joven artista, Tang Yau Hoong, de Malasia. Después de ver el dibujo, el dúo decidió convertir el dibujo bidimensional en una bicicleta real. Para darle vida a esta idea, ambos trabajaron en conjunto con una firma de Amsterdam especializada en “materializar ideas", cuyo nombre es casualmente We are Pi (“Somos Pi”).


Los autores cuentan que comenzaron por dibujar el cuadro, ajustándolo y probando varios modelos a escala en diferentes materiales. Empezaron con papel, cartón y madera contrachapada hasta adaptarlo a las proporciones de una bicicleta estándar. Luego realizaron un molde para fundir el cuadro en resina.


Cuando el cuadro estuvo listo, se procedió a realizar el primer prototipo en resina completo y ensamblado. Para las llantas se utilizaron ruedas de piñón fijo, mientras que el asiento está integrado en el movimiento de la barra superior del marco en forma de Pi y el manubrio está orientado hacia abajo, como las bicicletas de carrera, aunque de perfil también puede interpretarse como una serifa de la letra Pi. 


Una vez testeado el prototipo, realizaron en el mismo molde los cuadros definitivos en fibra de carbono para comenzar con su producción en serie. De más está aclarar que si se divide la circunferencia de sus ruedas por su diámetro el resultado da 3,14159265359... Es decir, Pi (π).


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