La diseñadora industrial Paola Matteazzi se reconvirtió en modelista de calzado y emprendedora con su marca Día 8.
Paola Matteazzi se crió en una herrería
artesanal familiar, llena de herreros y hierros. Pero lamenta que nunca pudo
incursionar en ese rubro, como era su propósito, ya que el taller se cerró,
cuando ella tenía 20 años (y la herrería 60). Así que, ya recibida de diseñadora
industrial, se vio obligada a migrar hacia otros rumbos.
Triny Rojo: sandalia con frente y pulsera de cuero rojo, y taco mediano forrado en cuero con grabado.
Al principio, con el recuerdo siempre presente de los vitraux de la herrería, eligió los vidrios de colores como material para trabajar, y comenzó a fabricar accesorios en cuero y vidrio con la técnica de la vitrofusión. Hasta que, después de seis años, sintió la necesidad de abordar un desafío mayor, y fue así como comenzó a diseñar calzado, hace ya casi una década.
Sueco pulsera color nude rosado, de cuero con detalle de accesorio en vidrio. Producción en alianza Matteazzi+Mimmi bags.
Los primeros modelos que realizó fueron hechos con tejidos elastizados de lycra. Así pudo diseñar zapatos a los que define como “súper exclusivos e innovadores, y adaptables a diferentes tipos de pie”. Pero luego optó por incorporar cada vez más el cuero, para poder responder a la demanda de calzado para el invierno.
En el camino, descubrió varias de las fortalezas del cuero, como su elasticidad, dureza, aroma, presencia. Y cuenta que así se asomó a un mundo infinito, como si estuviese tirando de la punta de un ovillo: el mundo del calzado. Luego de cursar una tecnicatura de calzado en el Instituto San Crispín, pudo sumar una actividad más a su profesión de diseñadora industrial: modelista de calzado.
Mocasines Lady, de charol de cuero (no sintético), base con plataforma de PVC y detalle de vincha en corte láser.
"El modelista se encarga de realizar una muestra única, a través de un proceso de enmascarado de horma y dibujo sobre la misma, hasta obtener así los moldes que luego serán producidos a distintas escalas (medidas). Al mismo tiempo empecé a descubrir las curvas tridimensionales, los cortes con exactitud, y las características de cada tipología de calzado", explica.
Lula: ojotas de lona con base de PVC y tela hindú con bordados (Colección verano 2018).
India: sandalias de tela hindú con bordados y espejos redondos, plantilla de lona roja, base de goma eva y vira de cueroflex. (Colección, verano 2018).
Lula: ojotas de lona con base de PVC y tela hindú con bordados (Colección verano 2018).
Hoy, ya volcada de lleno a esta actividad, diseña y fabrica a través de
pequeños talleres, para sus propias líneas de calzado y para terceros. Además,
comenzó a dar clases sobre diseño de calzado en el Instituto Argentino de
Diseño, y fue convocada como expositora invitada al
lanzamiento de la carrera de diseño de calzado de la Universidad de Palermo, que
empezará dictarse este año.
Un Clásico: botas texanas de cuero, con base de cuero flex y taco de madera.
Otro clásico: borceguíes con alto trabajo artesanal y variedad de colores.
“Considero que una de las cosas más interesantes será la intersección entre moda e industria, diseño de indumentaria y diseño industrial. Los diseñadores industriales estamos acostumbrados a modelar todo en 3D, quizás haya llegado el momento de aplicarlo en el calzado”. concluye.
Modelos de alpargatas y sandalias realizados en el curso que Mateazzi dicta en el Instituto Argentino de Diseño.
www.dia-8.mitiendanube.com
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