El trabajo
del estudio Pioppo se destaca por su cuidada búsqueda funcional y estética,
junto a una investigación profunda sobre las posibilidades del material.
La Poltrona Potra, de madera de álamo y con un espacio para apoyar libros.
La Poltrona Potra, de madera de álamo y con un espacio para apoyar libros.
Por Yamila Garab
Mi primer
contacto con la producción de Pioppo fue en la última muestra Estilo Pilar.
Allí, entre las novedades presentadas, varios muebles de esa firma expuestos al
aire libre tuvieron la virtud de atrapar la luz del sol en los pliegues de sus
superficies texturadas, aunque de hecho varios de ellos pueden funcionan perfectamente
también en interiores. Como la poltrona Potra, con su estructura de madera de
álamo que sostiene el asiento y el respaldo de entramado plástico.
Flavio
Maculan, titular del estudio y fábrica maderera Pioppo, encontró la veta -valga
la redundancia- de su producción en la investigación sobre las posibilidades
expresivas de las maderas y los fenólicos. “Soy naturalmente curioso, y por eso
me interesa encontrar nuevas formas de utilizar los materiales”, cuenta este
diseñador autodidacta y emprendedor que hace cuatro años montó su centro de
operaciones en el barrio porteño de Villa Ortúzar, con local al frente y
carpintería al fondo.
Perchero Hang & Play, realizado en madera de paraíso
y petiribí.
Tanto sus piezas de mobiliario como sus objetos -en especial luminarias- combinan la síntesis formal con el aprovechamiento de las texturas “al natural” de los materiales.
Para eso, Maculan utiliza diferentes tipos de madera a las que aplica el corte de placas fenólicas y posteriormente el prensado. Es decir que su propuesta no se limita a exhibir sólo la veta de la madera.
Tulum: panel de fórmica con bajorrelieves routeados.
En el caso
de la escultórica lámpara colgante Espiralis, una suerte de “resorte” cónico
(en rigor, un helicoide cónico), que está planteada a partir de un corte en
forma de espiral concéntrico de una placa multilaminada de álamo de seis
milímetros de espesor. Este producto se comercializa en formato plano para
facilitar su empaque y traslado, pero una vez afuera de la caja se despliega y
cobra volumen gracias a las propiedades de torsión del material, bien
estudiadas por su creador.
Otra de sus
búsquedas se orienta hacia el diseño de placas intervenidas con
tramas de patrones geométricos en bajorrelieve, hechas con router de
control numérico. Pueden servir para convertirse en respaldares de cama,
revestimientos e incluso cuadros para colgar en las paredes.
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